No
tengo ganas de seguir, pero tampoco ganas de parar. Tendría que pensar qué me
está pasando pero es que estoy cansada de pensar. Podría quedarme durmiendo
todo el día o podría también tratar de encontrarte, podría dejarle mi destino a
la suerte y es probable que me vista y salga a buscarte. Vengo apostando todo
lo que tengo a un caballo que nunca gana, voy a tener que dejar este juego o
cambiar de caballo mañana. Es que tengo que dejar de pensar en vos, pero
también tengo ganas de verte. Voy a desconectarme por un rato y dejar que mi destino
lo maneje la suerte. Cuánto tiempo vengo perdiendo, hundiéndome en este agujero…
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