miércoles, 8 de septiembre de 2010

¿Se puede extrañar lo que nunca se tuvo? ¿Se puede sentir la nostalgia de esa charla que no fue? ¿De esa mirada que no existió? ¿De una atención que nunca se tuvo? ¿De una presencia que nunca llegó a serlo? ¿Es posible que una ausencia que nunca fue presencia duela en el alma.

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