martes, 26 de octubre de 2010

# Quererte una noche, quererte toda la vida. Durante una hora, durante años. Quererte bien, con un fin y un plan; todo meticulosamente armado. O quererte improvisando, nerviosa, borracha. Quererte y que me quieras; besándonos con pasión o discutiendo con fervor. Pero quererte tanto y tan variado, que sea más duradero que la propia memoria.

No hay comentarios:

Publicar un comentario