viernes, 29 de abril de 2011

Y un día como hoy, me pongo a pensar los momentos que pasamos, las ganas que tengo de estar con él y verlo tan preocupado por mí... preguntándome como me va en el colegio, qué es de mi vida. Y un día como hoy se me da por extrañar su voz, y la calidad de sus consejos, las ganas que tenía que me fuera bien en la vida, las ganas de darme lo mejor siempre. Y un día como hoy me acuerdo de sus chistes, de su remera rosa con rayitas blancas, de su pantalón de jean, de sus zapatillas adidas blancas, su campera negra con esas tres rayitas una roja, amarilla y verde, y la infaltable sonrisa que se le pintaba (aunque todo vaya mal) cuando yo llegaba. Doy todo por tomar sólo un café con él y contarle todas las cosas que pasaron desde que no está, todo lo que lo extraño, todo lo que sufro su ausencia, poder despedirme de él con un beso y un abrazo... Y no me olvido más de todo lo que hizo por mí.

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